
En 1911, hace mas de 100 años, Leonard Noon descubre algo que marcaría un hito dentro del mundo de la alergología y el manejo clínico de las enfermedades alérgicas. Noon descubre que inyectando consecutivamente un extracto de polen resultaba ser la cura contra la alergia a ese polen. O como el mismo diría: “La inoculación profiláctica contra la fiebre del heno”.
Los extractos alergénicos son los preparados farmacéuticos que contienen los componentes de la fuente natural causante de las alergias, tal y como Noon planteó. Los extractos destacan por su baja toxicidad y alta viabilidad.
Mucho se ha avanzado desde entonces para desarrollar lo que se conoce como la Inmunoterapia específica de alergeno (ASIT), que es el nombre técnico dado al procedimiento para curar las alergias. Por ejemplo, en 1954 Frankland confirma la eficacia de la ASIT aplicada de manera subcutánea para reducir el asma estacional. A partir de 1965 este tipo de tratamiento se empieza a realizar con varios pólenes, pero también con veneno de insectos. En esta época la diversificación de esta terapia empieza a tomar fuerza y se hace popular entre la comunidad científica y médica. Esto motiva a que también se exploren otras vías de administración como la sublingual para el tratamiento de la alergia provocada por los ácaros del polvo (2). Los ácaros que son la causa principal de las alergias en zonas tropicales, como en Colombia.
En 1998 la Organización Mundial de la Salud remarca las evidencias sobre la eficacia de la ASIT y los progresos en cuanto al uso de extractos alergénicos estandarizados. La ASIT toma fuerza, y por lo tanto también se empieza a regular. Hasta ahora, se acepta globalmente que la ASIT con extractos alergénicos, aplicados por un periodo de 3 años, es la mejor estrategia para lograr tolerancia a largo plazo.
La ASIT ha ayudado a mejor la calidad de vida de muchas personas. Su descubrimiento y desarrollo ha representado un producto del trabajo científico importante para la humanidad. La comunidad científica ha enfocado sus esfuerzos y recursos a entenderla y mejorarla. Son muchas las propuestas que se han explorado para tener preparados farmacéuticos eficaces y más seguros. Hoy se emplean extractos alergénicos naturales, alergoides, extractos polimerizados y moléculas recombinantes.
Con todos los avances y lo que se conoce de la inmunología de las alergias, el reto continúa. Aunque el principio básico de la inmunoterapia no ha cambiado desde sus inicios, los nuevos métodos desarrollados y fórmulas innovadoras, nos permiten plantear las mejores alternativas para resolver los retos de las enfermedades alérgicas, por ejemplo, las causadas por lo ácaros del polvo. En países del trópico como en Colombia, ese es el reto.
