¿Y qué pasa con todo esto en Colombia?

Colombia no es un territorio aislado ni tampoco independiente de los fenómenos mundiales. Al igual que en los demás territorios del planeta tierra estamos en constante aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del incremento en las temperaturas globales. Esto también hace que haya un riesgo mayor de que suframos desastres naturales como inundaciones, incendios, contaminación de los sistemas acuíferos, terremotos y derrumbes. Estamos expuestos a muchos contaminantes y lo que solemos llamar “químicos”. De hecho, algunos de los contaminantes son naturales, como los pólenes de los árboles y el moho. Al mismo tiempo nos hemos alejado de la biodiversidad, de la fauna y la flora que se encuentra en la naturaleza, porque en algún momento de la historia decidimos pensar que la vida en ciudad, industrializada y tecnológica, es la opción que nos brinda mejor calidad de vida. Otra de nuestras prioridades modernas es la limpieza, que practicamos en exceso, lo que curiosamente hace que nuestro sistema inmune sea menos tolerante.

Resulta que el efecto de todo esto es que nuestra calidad de vida, incluyendo la salud, ha ido en detrimento. En cuanto a las enfermades alérgicas el problema es que en pocas palabas, cada vez somos más los alérgicos y los síntomas se hacen peores. Y para colmo de males, debemos anticipar que estos fenómenos sean cada vez mayores porque no hemos implementado medidas reales y eficaces para detener, o al menos reducir, el impacto negativo que tenemos sobre la naturaleza.

Como con cualquier otra de las problemáticas serias que tenemos, es hora de preguntarnos: ¿qué debemos hacer? La respuesta es fácil, pero difícil de implementar. Consiste en una serie de medidas que replanteen nuestros sistemas económicos, de salud y también las maneras como interactuamos con la naturaleza. En lo que respecta a la salud, debemos diseñar estrategias enfocadas a la prevención, por ejemplo.

De todas formas, posiblemente no podremos evitar vivir en un mundo en el que las enfermedades alérgicas nos golpeen más fuerte, y en consecuencia necesitaremos mejores herramientas de diagnóstico y tratamiento. Trabajar en todos estos aspectos desde hoy nos ayudará a lidiar con este tipo de enfermedades, apuntando a una sola salud (one health), un concepto apropiado en este momento de la historia de la humanidad, en que necesitamos estrategias unificadoras e integradas dirigidas a construir un balance sostenible y optimizado entre la salud, los animales y el ecosistema.

Colombia, necesitamos tomarnos en serio las enfermedades alérgicas.
Bacterias, ¿amigas o enemigas?

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